Me pide mi
buen amigo, don Diego Morales Carmona, un artículo para colaborar en
la difusión del aniversario del Colegio Reyes Católicos, de Vera.
Ni que decir tiene, que aquí lo presento y con sumo gusto.
Desde los
años infantiles, he sentido siempre tremendo respeto por la
ENSEÑANZA. No en balde, mi abuelo fue insigne profesor, así como mi
padre, tíos, primos y muchísimos familiares. La profesión de
maestro, enseñante, ha sido cultivada desde tiempos inmemoriales y
en todas las culturas conocidas. Y, en todas ellas, respetada.