lunes, 11 de noviembre de 2013

EL MODESTO HOMENAJE DEL RECUERDO


No he llegado a ser alumno del colegio Reyes Católicos, mi formación pre-bachiller es anterior, y bien que lo lamento. En primer lugar por una mera cuestión de edad. De haberlo sido hoy sería más joven. Debo añadir a esa primera razón la sana envidia de no ser protagonista de ese medio siglo de esta institución, amén de otros motivos que sería prolijo enumerar. Sin embargo, debo agradecer a Miguel, mi hijo, el haber sido partícipe durante 6 años de la historia de este centro, ya que en ese período de tiempo formé parte del Consejo Escolar.

Gabriel Flores Garrido
Por lo antes apuntado, quizás no sea yo persona adecuada para escribir sobre “el Reyes”, ya que nunca lo pisé como alumno.
Mis primeros avances académicos se forjaron con Don Pedro Morales en una vieja escuela situada en la esquina de la placeta del Berro con la calle del Sol. El patio del recreo era la misma plaza, y el aula, poco más que un pasillo, al que se accedía por medio de dos escalones desvencijados y descendentes a unos pupitres aún mas destartalados, con paredes encaladas y generosos desconchados que nosotros con las uñas nos ocupábamos de agrandar.
El material docente estaba compuesto por un mapa amarillento y cuarteado por el tiempo y una pizarra en la que escribir era un laborioso éxito que D. Pedro conseguía con maestría, que para eso lo era. 

domingo, 30 de junio de 2013

FOTOS DE LA CENA DEL 50 ANIVERSARIO DEL CEIP REYES CATÓLICOS

Con motivo de nuestro 50 Aniversario Reyes Católicos, el pasado viernes día 28 se llevo a cabo en la Terraza Carmona de Vera una cena conmemorativa para celebrar este acto. En el siguiente enlace podéis ver las fotos de la celebración.

lunes, 24 de junio de 2013

IMPRESIONES EN LA VISITA DE INSPECCIÓN AL CEIP REYES CATÓLICOS


El implacable paso del tiempo deteriora alguno de los elementos del edificio o instalaciones que albergan cualquier centro docente, pero a la vez, sirve para construir un particular universo histórico y fortalecer sus señas de identidad. Reflexiono esto, al hilo del Cincuenta Aniversario del Colegio Reyes Católicos de Vera. Cuando, en mis visitas al colegio, observo sus instalaciones, camino por sus pasillos o entro en sus aulas, puedo detectar una urgente necesidad de reformas ya que, en algunos casos, la decrepitud se extiende y aumenta lentamente. Dicho esto, sin menoscabo de la apreciable labor de mantenimiento y la buena impresión estética que presenta el colegio gracias a los trabajos que decoran sus paredes, fruto del trabajo de la comunidad educativa y, en particular, de su alumnado. Pero, paralelamente, este recorrido y lo que contemplo me evocan, la acumulación de historias, vivencias, experiencias, juegos o aprendizajes que, a lo largo de sus cincuenta años, han albergado todos y cada uno de sus espacios: desde las aulas a los patios de recreo. Toda esa historia y la fuerte identidad del Colegio quedarán integradas y absorbidas, en un futuro próximo, cuando se afronten las tareas de construcción de las nuevas instalaciones.

domingo, 23 de junio de 2013

EVOCACIONES A MIS QUERIDOS MAESTROS

Varios, entre los numerosos artículos que he publicado, hacen referencia a la enseñanza y, sobre todo, al colegio donde ejercí durante casi cuatro décadas mi actividad profesional: el C.P. “Reyes Católicos” de Vera (Almería); pero, inexplicable e incomprensiblemente, ninguno de ellos dedicado a mis ilustres maestros. Por eso, creo que es de justicia que éste que escribo, con profundo respeto y grata admiración, sea dedicado a ellos por su buen hacer, por la impronta que dejaron, y por el legado que transmitieron tras su periodo de docencia, es decir, la cultura en su vasto y amplio término. Ya no se encuentran con nosotros; pero sí en mi recuerdo. Me estoy refiriendo a Dª Isabel García Ruiz, D. Juan Miguel Núñez Martínez, D. Francisco Caparrós González y mi querido padre, D. Pedro Morales Cervantes, que mucho me enseñaron y de quienes tanto aprendí.

martes, 18 de junio de 2013

LA INNOVACIÓN Y EXPERIMENTACIÓN SOBRE CULTURA ANDALUZA EN EL COLEGIO REYES CATÓLICOS


Desde el punto de vista cultural, Andalucía puede desarrollar unos valores en los que sí tiene protagonismo”
Antonio Domínguez Ortiz ( Premio Príncipe de Asturias)
Cuando estamos haciendo balance del recorrido educativo y cultural del Colegio Reyes Católicos de Vera con motivo de su 50 Aniversario, viene al caso hacer memoria de algunos proyectos emblemáticos que en él se llevaron a cabo de la mano de su profesorado y secundados por toda la comunidad educativa, que colaboró, de forma directa o indirecta, en el desarrollo del mismo. En concreto, hablamos del Proyecto de Innovación Pedagógica y Experimentación sobre Cultura Andaluza basado en la investigación del entorno denominado “V CENTENARIO DE LA CONQUISTA DE VERA POR LOS REYES CATÓLICOS” durante el curso escolar 1987/88.
El Ayuntamiento pretendía celebrar con multiplicidad de actividades aquel hecho histórico de la toma de Vera (1488-1988) y el colegio tenía la ocasión propicia para desarrollar, sumándose, aquellos conocimientos que adentraran a nuestro alumnado en el reconocimiento de la realidad histórica y cultural del pasado y presente de nuestra localidad. Para ello nos acogimos a la ORDEN de 22 de abril de 1987, por la que se establecían las convocatorias de experimentación educativa.

lunes, 17 de junio de 2013

LA REINA DE LAS AGUAS



LA REINA DE LAS AGUAS”
FIESTA DE FIN DE CURSO 1.962 - 63

Al acabar el curso 1.962-63 el colegio ”Reyes Católicos” celebró un festival de teatro dirigido por Dª Carmela Batlles Ferrera, que se representó en el ya desaparecido Teatro Cervantes de la localidad .
La obra, creada y dirigida por Dª Carmela, se titulaba “La Reina de las Aguas” y en ella actuamos niñas de todos los cursos.
Metafóricamente, la reina era España, representada por cuatro niñas, los cuatro puntos cardinales, que recibían el nombre de ondinas. En las fotos se reconocen porque llevan coronas. Cada una de ellas hacía el papel de vertiente (cantábrica, Atlántica y Mediterránea). También aparecían hadas que eran las protectoras de España.



Las aguas (ríos, afluentes y subafluentes) estaban representados por niñas que vestíamos con atuendo propio de la región por la que discurría el río. Hablábamos de las bondades de la tierra que atravesaban, de sus bailes, gastronomía, etc.
Como se ve en la foto, yo representaba al Darro, - un subafluente del Guadalquivir- , iba de gitana; mi padre, Katia Vizcaíno, era el afluente Genil y el papel del río Guadalquivir lo hizo Isabel Cervantes, mi abuelo.
Recuerdo perfectamente mi papel. Decía así:

Soy el Darro, río moro,
porque en Granada nací
y las glorias de mi abuelo
vengo a cantar hoy aquí:
Guadalquivir jubiloso,
río alegre, río gentil,
Que nace en Sierra de Cazorla
entre olivares y vides
y a miles hace crecer.”



Después me contestaba el río matriz, el Guadalquivir, y tras intervenir de nuevo, Genil y Darro (Katia y Mª Jesús) bailamos unas sevillanas.
Ángeles Flores Viñuelas actuaba como río Ebro y Mariola Navarro era una las cuatro Ondinas. Ellas aparecían jugando en el escenario y así comenzaba la actuación.
Como fin de fiesta cantamos, entre otras,”La estudiantina” que era la síntesis del ideario de la época para la educación de la mujer y comenzaba así:

ESTUDIANTINA
Yo quiero no estudiar
Me pongo como un chorlito
De tanto filosofar.
¡Ven pronto ,papaíto,
Ven pronto por mí, bonito
Que si no voy a llorar!

Estos libros,
Ya me empiezan a cansar,
Y muy pronto,
Los voy a echar a rodar,

Hoy mi cara al mundo quiero dar
Pues dirán,¡qué cara tan bonita!
Quiero ser con gafas una Venus,
Tengo afán de vacilar…

La lará lará lari la la
La lará lará lará la la la
La lará lará lará la la la
La lará lará lará
La lará lará lará

A la madame Before
No la puedo soportar
Cuando se pone a gritar
¡Señoritas a Estudiar!!
Están perdiendo el tiempo
Sólo piensan en jugar!

Es cruel tenerse que levantar
Cuando el gallo
aún no ha empezado a cantar.
Aguantar en clase a la madame,
No salir para novio encontrar

Quiero ser con gafas una Venus
Tengo afán de castiga..r

La lará lará lari la la
La lará lará lará la la la
La lará lará lará la la la
La lará lará lará
La lará lará lará




Las capitanas fuimos Francisca Soler Clemente y yo, ¿Nos reconocéis? ¡Intentadlo…!
¿Y sabéis quiénes son las demás estudiantinas?...

También recité la poesía costumbrita de J. M. Álvarez de Sotomayor

EL FEICO

-¿Paece que te güelves?
-Por na.
- No me engañes.
Argo t'ha pasao.
-¿Pos qué va a pasarme?
-Tú sabrás q'ha sío,
que, sin que te riña ni te llame naide,
t'has güelto al cortijo. ¿Es que t'han pegao?
¿Te sa roto el traje?
¿Es que t'acansinas
con los apargates?
Argo a e ser por juerza.
-Pos oya osté, madre:
A dicirle voy por qué m'he venío.
Tós los días de fiesta, cuando, por las tardes,
nus pone osté limpios a mí y al Antonio,
a mí no me mira ni me llama naide,
ni pa vel las puntas que lleva el babero,
ni siquiá pa icirme que si tengo hambre.
Pero al Antoñico lo llama la gente
pa tomarlo en brazos y pa preguntarle
"que de aónde viene,
que de aónde sale,
que quién es su agüelo,
que quién es su padre".
Y por ande vamos lo mesmo nus pasa,
sin q'a mí me mire ni me llame naide.
-¿No ves, hijo mío, q'él es pequeñico
y tú ya estás grande
pa tomalte en brazos?
-¡No es por eso, madre¡
Como es él agora,
también yo he sío antes,
y ha pasao lo mesmo
con otros zagales
que venían conmigo. A ellos los llamaban,
dejándome siempre solico en la calle,
¡sin q'una palabra siquiá maldecía
me dijera naide¡



La espigadora” de “La rosa del Azafrán”, la interpretamos un grupo de niñas y la solista fue Francisca Soler Clemente.
Otra alumna, Landri, interpretó magistralmente la canción de “la Violetera”.

El teatro fue una auténtica lección de geografía que nunca olvidaremos y de la que queda memoria gráfica. El fotógrafo fue Antonio Casas.

Mª Jesús Cazorla Núñez, antigua alumna del CP Reyes Católicos,
y maestra del mismo durante 39 años
Vera, mayo de 2012

VIDEO 50 ANIVERSARIO

martes, 11 de junio de 2013

EL MAESTRO DON ANTONIO


No tendría que estar escribiendo estas palabras. Este no es mi espacio. Son palabras que deberían de salir de su pluma. Pero el destino, o la fatalidad, o los designios o la voluntad de Dios (como, más que probablemente, casi seguro, hubiera dicho él) no lo quisieron así. Seguro que estaría colaborando en la celebración con todos, de estos 50 años de vida del colegio, el que fue su segunda gran morada docente.

Y aquí me encuentro yo, intentando reflexionar sobre algo que no me corresponde. Intentando hacer fluir de mi mente pensamientos hechos palabras que deberían fluir de otra. Y plasmar en un simple escrito, tantas y tantas emociones, tantos y tantos recuerdos, tantas vivencias que llenaron una vida dedicada a la enseñanza. En todos los ámbitos de su existencia.

En el plano profesional, treinta y cinco años entregados a una decidida vocación sin límites. Unos duros primeros años. En las tertulias familiares de sobremesa o salón contaba cómo fue su primer destino; con la primavera del 60 recién estrenada, tomaba posesión en la pedanía cuevana de Grima. Tan solo unos meses y su traslado a la escuela unitaria de Muleria, para allí finalizar el curso. Al siguiente lo más duro, la resolución del concurso de traslados le obliga a abandonar su casa y hacer las maletas, con bastante ropa de abrigo, por cierto, rumbo a Blesa, un pueblecito de las cuencas mineras de Teruel. Una gélida experiencia que, por suerte duró solo un año, y en 1961 nuevo concurso y vuelta a Muleria.

En esta pequeña aldea, también cuevana, estableció su primera gran morada docente. Diez años de trabajo en los que puso sus conocimientos, sabiduría, métodos, técnicas, unas veces fruto de sus estudios, otras gracias a su enorme capacidad para enfrentarse a las situaciones más dispares y difíciles, al servicio de sus niños. Tengo que decir que fue pionero en el empleo de métodos didácticos cuyo uso se generalizó con posterioridad adquiriendo, erróneamente, el calificativo de “novedosos”; me estoy refiriendo al libro viajero o al huerto escolar, por citar dos ejemplos. La escuela de Muleria era su segunda casa; se ganó el cariño, afecto y admiración de los poco más de medio centenar de vecinos y las poco más de una decena de familias cuyos hijos acudían a diario a la escuela. Él lo hacía desde su casa en Vera, primero la de soltero, después, la de casado. Primero era una Guzzi, después una Vespa. Siempre, en los días de invierno, las hojas del periódico del día anterior, colocadas como segunda ropa interior, intentaban atenuar el frío del aire hasta llegar a la escuela.

La Ley de Educación de 1970 trajo consigo la supresión paulatina de estas unitarias y, en 1971, la Escuela de Muleria, muy a su pesar y al de muchos, desapareció.

Un año en Cuevas del Almanzora, Colegio “Álvarez de Sotomayor” y nuevo concurso con destino en el “Reyes Católicos”, entonces llamado, como todos, “Colegio Nacional”. Su toma de posesión, 1 de septiembre de 1972.

Otra consecuencia de la nueva Ley fueron las especializaciones que debían realizar aquellos maestros que, voluntariamente se adscribían al nuevo Ciclo Superior de la EGB, salida de la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 14 años. Un Agosto en Palencia para traerse el título de Maestro Instructor de Educación Física, que le habilitaba para impartir esa asignatura en 6º, 7º y 8º.

En este Centro permaneció hasta su jubilación voluntaria en 1995. Veintitrés cursos en los que siguió poniendo en práctica su afán de servicio, entrega, generosidad, virtudes ellas y otras muchas, que conformaban una magnificiente personalidad de MAESTRO, de la cual pueden dar fe todos aquellos que le conocían y, sobre todo, todos aquellos que fueron sus alumnos. Y lo hizo desde su sillón de maestro junto a la pizarra, tiza en mano, desde la pista deportiva, silbato en la boca o desde el sillón del despacho, que ocupó durante sus últimos años de vida laboral, gracias a sus, también, dotes como organizador y director.

He querido extenderme en las etapas más lejanas en el tiempo. Poco quiero escribir de las más recientes. De estas últimas, baste el testimonio y el recuerdo de los que fueron, alumnos, compañeros y amigos.

Y para terminar, sus palabras. Las que escribió en una de sus múltiples colaboraciones literario-periodísticas, una de sus importantes aficiones, y que muy bien resumen lo que fue su ideal durante toda su vida y práctica en todo proyecto o actividad que acometía:

“Venimos desde todos los rumbos. Algo de pioneros, mucho de poetas y total entrega: somos Maestros. Aquí estamos el tímido y el osado, el alegre y el adusto, el veloz, el fuerte… cada uno su personalidad y todos, un interés común: servir.

Fortalecemos nuestros cuerpos para llevar la levadura de esta inquietud a la escuela. Templamos nuestros nervios para vencer las dificultades que podamos encontrar. Reafirmamos lo conocido y asimilamos lo nuevo. Todo ello para no defraudar la esperanza que se deposita en nosotros. Y nos toca la tarea de despertar las conciencias, de darlo todo sin exigir nada, de entregarnos siempre sin esperar reconocimiento. No estamos aquí para recibir premios al uso conocido, porque nosotros sabemos el valor de cada cosa, y el premio mejor al que podemos aspirar es esa sonrisa del niño a quien conocemos, que nos entiende y que nos ama.”
(Antonio Soler)

Me siento privilegiado por haber sido uno de sus alumnos, y además, agraciado por la suerte de haber sido su hijo. El ha sido mi Maestro en la escuela y mi Maestro en la vida.
Mi aplauso, mi admiración y todo mi amor.

Juan Fco. Soler R.

viernes, 10 de mayo de 2013

"REYES CATÓLICOS": 50 AÑOS DE FUTURO


Corría el curso 1976/77 cuando, formando parte de un equipo de Baloncesto del colegio de Antas, visité por primera vez el “Reyes Católicos”, para participar en una jornada de competición deportiva entre los dos centros. No podía imaginar entonces lo importante que sería en mi vida este centro.
Muchos años después volví a cruzar las puertas de este colegio, acompañando a mi hija que empezaba su formación en sus aulas. Con el tiempo fui conociendo a algunos de los profesionales, que por aquel entonces trabajaban bajo la dirección de mi compañera y amiga Doña Socorro López y como Jefe de Estudios, don Gabriel Martínez, que en su día fue mi maestro de matemáticas y ciencias en el colegio de Antas, y a quien guardo un gran respeto y cariño. Por cierto, soy matemático: seguro que algo tuvo que ver D. Gabriel. Luego, fue mi hijo el que entró como alumno de este colegio (aún sigue aquí, cursando 5º de Primaria) y con él conocí muchos más profesores de este centro. Las experiencias de mis hijos en este espacio de convivencia y de aprendizaje, donde se intenta sacar lo mejor de cada uno de sus alumnos y alumnas, han sido y serán el germen de los caminos que vayan transitando sus vidas.

UNA MIRADA A LA DOCENCIA DESDE EL INTERIOR


Corrían los años setenta. Subida a la tarima, con la tiza entre los dedos, mi profesora de Ciencias de la Educación, cuyo nombre y sonrisa no he olvidado, nos hablaba apasionadamente del poder transformador de la educación.
Enamorada de la docencia, me matriculé en la Escuela Universitaria de Magisterio, en Granada, terminando mis estudios en 1978.
Mi pueblo, Vera, fue y sigue siendo el marco donde mi vocación encontró un espacio para hacerse realidad.
El Colegio de las Hijas de la Caridad: “Preescolar San Agustin”, donde realicé mis estudios de primaria, me acogió en mis primeros años de docencia. ¡Alli me hice maestra!

YO TAMBIEN ESTUVE EN EL REYES



Soy Cristina Caparrós Soler, nacida en Vera al igual que mis padres y mis abuelos. Estudie en Granada mi carrera de Magisterio, y allí inicie mi experiencia como docente por diferentes pueblos de la provincia de Granada: Los Ogijares, Capileira, Baza y Caniles. En noviembre de 1985 volví a Vera, a mis raíces.
Me incorporé al Reyes Católicos de Vera, desde Caniles, ya empezado el curso escolar, tras conseguir una permuta con Rosario, una maestra de Baza que estaba destinada aquí, en Vera.
Confieso que al principio, mis sentimientos eran una mezcla de ilusión y de miedo. ILUSIÓN por estar en mi pueblo, con mi familia, mis amigos y mi marido. Me había casado solo cuatro meses antes. MIEDO, ¿por qué no decirlo? a como sería mi adaptación en el Centro y quizás por aquello de que nadie es profeta en su tierra.

lunes, 6 de mayo de 2013

EL TRASLADO, OTROS RECUERDOS, VOLVER COMO MAESTRA AL COLEGIO EN EL QUE FUÍ ALUMNA


La clase de Doña Carmen García Giménez se trasladaba desde su casa en la calle Nueva al Colegio Público “Reyes Católicos”. El nuevo centro construido en Vera constaba de dos pabellones: el de la derecha, destinado a las niñas y maestras, el de la izquierda, a los niños y maestros, además de una encantadora casita para el conserje, situada en una frondosa  esquinita.

Mi primer recuerdo es la imagen del grupo de compañeras en el pasillo de arriba. Previamente nos habían hecho salir del aula tercera -donde habían ubicado a mi maestra- y se disponían a repartirnos en las tres aulas de la planta alta.

jueves, 25 de abril de 2013

PERSONAL SUBALTERNO Y DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS DEL C.P. “REYES CATÓLICOS”DE VERA (ALMERÍA)

Con motivo del 50 Aniversario del C.P. “Reyes Católicos” de Vera (Almería), la Dirección del Centro, consciente de la transcendencia del acto en sí, no quiere, bajo ningún concepto, dejar cabos sueltos que limiten y reduzcan la esencia y fundamento de lo que, por supuesto, engloba la plantilla del Centro como Escuela Graduada desde su fundación, curso escolar 1.962-63. Por tal motivo, ya en su día, como bien puede verse en su blog, pinchado en “Nuestro Centro”, se expone, con todo lujo de detalles, referencia a los antecedentes del Colegio, a su personal docente y, como no podía ser de otra forma, a su aspecto académico y oferta educativa como Colegio Público.

Diego Morales Carmona
María Jesús Cazorla Núñez


miércoles, 24 de abril de 2013

A CABALLO ENTRE DOS SIGLOS

1977,1 de septiembre. Casi recién estrenada nuestra democracia llegué al colegio “Reyes Católicos”. Y Vera será mi ciudad de adopción desde entonces. Busqué a mi amiga y compañera de Bachiller y de Magisterio, María de Haro Márquez (diez años…¡casi nada!). Me ayudó a buscar un lugar donde quedarme. Y sí, en las Casas Nuevas, durante dos años, viví en la casa de Francisca Ventura. ¡Qué mujer tan dulce y tan llena de vida!. Nos acogió como hijas a Carmen Álvarez, profesora de Literatura, y a mí. Pronto contactamos con un grupo de compañeros: los 14 nuevos; y ya estaban en el colegio María Jesús Cazorla y Paquita Cañadas. Jerónima Caparrós también se unió al grupo de amigos. Entre canciones de Carlos Cano, la guitarra y las voces de José María Cañabate y Antonio Campoy, tertulias y fiestas, transcurren unos años felices, viviendo en las casas de maestros.
Había dejado atrás El Valle, donde crecen los cerezos, la escuela unitaria, a mis treinta alumnos (entre 4 y 14 años) y a gente sencilla y maravillosa. Ahora se abría un nuevo período. Profesora en la Segunda Etapa, impartí francés y Lengua Castellana. Lolita de Haro y yo nos repartíamos las clases de Lengua. Recuerdo aquellas tardes plácidas en su patio bajo la fresca sombra de los árboles, donde leíamos los trabajos presentados en los diferentes concursos. Entre otros, colaborábamos con el premio “Emilia” o el Concurso de Redacción de Coca-Cola. 

viernes, 19 de abril de 2013

SOMOS LO QUE FUIMOS


Que la vida pasa esta claro, pero hay que pasar con ella sintiendo, construyendo y agradeciendo a todos los que nos hicieron mejor persona, nos orientaron, nos comprendieron y nos acompañaron con amor en el camino de aprender a aprender.

Una de esas personas para mi, para ti, para todos, fue nuestro primer maestro. Bien es verdad que sólo fue uno de los muchos que a favor nuestro lucharon. Ese educador fue importante porque nos regresó la voz para pedir perdón la primera vez que intentamos mentir, en ese tiempo que todos hemos tenido, en el que éramos el centro del universo; cuando parecía que el mundo no se acababa nunca, que todo era presente eternamente y no conjugábamos en los verbos el tiempo futuro , cuando cada día era un día para aprender, para jugar a las chapas , las cuatro esquinas , al escondite ingles ,la gallinita ciega ,la comba ,el aro,la piola , tantos y tantos juegos donde se forjaron amistades , no recuerdo ninguno que se jugara solo, y donde la imaginación suplía la falta de medios.

jueves, 18 de abril de 2013

SI, YO TAMBIÉN ESTUVE EN EL REYES

Recuerdo a mi seño Patro, con la que estuve en primero y segundo, que por cierto ví en septiembre en el mismo cole y aún se acordó de mí!!!
Recuerdo a mi maestro D. Antonio, con el que estuve de tercero a quinto: Una edad tan temprana y en la que se aprende muchísimo. Tengo muy buenos recuerdos de esos años, de mis compañeros, incluso de mi aula. Aún recuerdo la máxima de D. Antonio: “Sin prisa, sin pausa y en silencio”, cuánta razón. Una cosa que no olvidaré cuando nos enseñó a cantar el himno de la Alegría: Nos ponía a todos haciendo un medio círculo delante de las mesas y nos dirigía. Nos lo pasábamos muy bien.

miércoles, 17 de abril de 2013

RECUERDOS Y AÑORANZAS



Tome posesión de mi plaza como maestro en el CEIP Reyes Católicos de Vera, después de once años de ejercicio profesional en distintos colegios de Guadalajara, Almería, el Pilar de Lubrín y Garrucha. De todos ellos conservo un recuerdo espléndido.

El CEIP Reyes Católicos de Vera fue inaugurado, según mis noticias, en el 1962-1963 dos años antes de mi toma de posesión, en septiembre de 1964.

Con anterioridad a la fecha de inauguración, las escuelas de Vera estaban diseminadas por distintas zonas del pueblo, independientes unas de otras, hasta que en el curso 62-63 se reunieron en un grupo escolar que se denominó Reyes Católicos.

El colegio, en principio estaba formado por dos pabellones, los centrales, compuestos por seis aulas cada una. El de maestros en el cual ejercía
Don Modesto Caparrós,
Don Fermín Laguna,
Don Amador Velazquez,
Don Pedro Morales
y Don Juan Miguel Núñez

FELIZ ANIVERSARIO



Celebramos el 50 aniversario de nuestro colegio y caigo en la cuenta de que, de ese medio siglo yo he tenido la fortuna de compartir veintiún años de su historia. ¡Madre mía! ¡Qué rápido han pasado!

Mi querida directora, Doña Lola, me pide que escriba sobre lo que este acontecimiento significa para mí. ¡Menuda situación! No sé si voy a ser capaz de expresar lo que el “Reyes Católicos” supone en mi vida, pero lo voy a intentar.

Dicen que es el colegio más grande de Almería. Para mí lo es, pero no sólo por el número de alumnos sino por la profesionalidad y buen hacer del profesorado que ha pasado por él desde su inauguración. Ellos y ellas han sido nuestros “maestros”. El haber trabajado con algunos de ellos estos años ha supuesto el mejor aprendizaje que un maestro puede desear. He sacado algo positivo de cada uno de ellos, me he enriquecido a su costa. Por ello quiero mostrarles mi agradecimiento y mandarles un cariñoso abrazo.

YO TAMBIÉN FUI ALUMNA DEL REYES


Maestra y alumna caminan juntas por el camino que bordea la finca de los Jiménez, plantada de alcachofas, con su redonda balsa de riego y la casa palaciega ya deteriorada. Maestra y alumna tienen que recorrer el kilómetro que las separa de sus respectivas calles -Nueva y Garcilaso-, iniciando una nueva etapa en su vida escolar.
-¡Buenas tardes, doña Carmen! A los Escolares, ¿no?
-Sí, hija, sí. “A la vejez, viruelas”
Y es que a ella no le gustó nada tener que dejar su escuela, instalada en su propia casa, para irse al nuevo colegio.

PEQUEÑA HISTORIA DE UNA MAESTRA

En abril de 1960….día de alegría, ilusión, compromiso… tome posesión de mi primera escuela en las Bombardas de Palomares, donde unos años después caería la bomba que tanta preocupación y fama dio a esa zona.

Solo estuve hasta final de curso. Iba en una movilote (casi como una bici motor con motor), teniendo que recorrer trece kilómetros, porque por otro camino mas corto, las ruedas patinaban con el barrizal que se formaba en cuanto caían cuatro gotas mal contadas. Todos los días salía a mi encuentro un perro diminuto, pero con mucho carácter, que con sus ladridos me asustaba y obligaba a levantar las piernas para que no me alcanzara. Una vez en la escuela estaba agustísimo, aun me acuerdo de algunas de esas niñas, hoy madres y abuelas y recordamos juntas esos tiempos pasados.

martes, 12 de febrero de 2013

ADHESIÓN A LA CELEBRACIÓN DEL 5O ANIVERSARIO DEL C. P. “REYES CATÓLICOS”



Me pide mi buen amigo, don Diego Morales Carmona, un artículo para colaborar en la difusión del aniversario del Colegio Reyes Católicos, de Vera. Ni que decir tiene, que aquí lo presento y con sumo gusto.

Desde los años infantiles, he sentido siempre tremendo respeto por la ENSEÑANZA. No en balde, mi abuelo fue insigne profesor, así como mi padre, tíos, primos y muchísimos familiares. La profesión de maestro, enseñante, ha sido cultivada desde tiempos inmemoriales y en todas las culturas conocidas. Y, en todas ellas, respetada.

viernes, 11 de enero de 2013

PERIODICOS 2º CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA

En vísperas de la celebración del IV Centenario de la primera edición de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, el profesorado de 2º ciclo de Primaria del  C.E.I.P. ”Reyes Católicos “ presentamos un  proyecto a la Consejería de Educación de la J. A.  con el fin de aunar la necesidad actual de trabajar las nuevas tecnologías con los valores universales que encierra la obra cervantina.

Mª Jesus Cazorla Núñez
Nuestro proyecto llamado “Amigo Sancho … cabalgamos por la red” consiguió trabajar los valores de  La tolerancia y el respeto; la compasión y la fraternidad; la utopía y el deseo constante de libertad,aquellos que hacen de El Quijote  un referente en nuestra sociedad.

Durante  dos cursos  trabajamos en este proyecto innovador elaborando  la edición de un periódico realizado por el alumnado contando siempre con la colaboración de las familias y la tutorización del profesorado. Los medios,   Internet, cámara digital, ordenador y escáner.

MIS RECUERDOS COMO ENSEÑANTE

Recuerdo, con añoranza, cuando en virtud de Concurso de Traslados, año 1.975, obtuve destino definitivo, como no podía ser de otra forma, en Vera, en el colegio al que, con esta fecha de su fundación, -curso escolar 1.962-63-, tributamos, año 2.013, homenaje con motivo de su 50 Aniversario. Me refiero, por supuesto, al C.P." Reyes Católicos " de Vera (Almería). Treinta y seis años en él, qué duda cabe, dejaron su impronta en lo más profundo de mí ser. En un principio, los primeros rodajes y acoplamientos, - tres años en Almería y uno en Alicante ejerciendo esta noble tarea del magisterio,-fueron difíciles. Teníamos la Ley General de Educación Básica, de Villar Palasí, ley revolucionaria y modernizadora del sistema educativo, que, por primera vez, establecía la enseñanza obligatoria y gratuita entre los seis y catorce años.

Diego Morales Carmona

ESCENAS DE COLEGIO

Mi infancia son recuerdos de una pequeña escuela a la que, a principios de los años sesenta, asistíamos, ilusionados y felices, niños y niñas a aprender las primeras letras que nos enseñaba doña Isabel García, maestra de párvulos, inolvidable por querida. La escuela era una amplia y larga habitación dentro de su propia casa, sita en la calle del Mar, a escasos cien metros de la mía. Después de formar fila en la acera, nos acomodábamos en cada una de las seis u ocho sillas que rodeaban las cinco o seis mesas de aquella aula tan peculiar si la comparamos con las de la actualidad. Por cada una de esas mesas íbamos pasando según avanzábamos en conocimientos y destrezas. Después de tres años bajo la rigurosa y sin embargo cercana educación de doña Isabel, conseguido el objetivo de llegar a la mesa de los mayores, justo la que quedaba al lado de la ventana (lo que suponía, real y metafóricamente hablando, la salida a otra parcela mayor del conocimiento), me llegó el momento, pues ya estaba preparada, de pasar al Grupo Escolar Reyes Católicos, ubicado en el mismo lugar que ahora pero en lo que entonces era el final del pueblo, y desde el que se podía divisar la playa por sus amplios ventanales.


lunes, 7 de enero de 2013

RECUERDO DE MI "COLE"



C.E.I.P Reyes Católicos… qué decir de un colegio que marcó mi vida como pupilo. Bien, no puedo dictar historias o relatos pasados, como algunos docentes o alumnos que han vivido ya mucho, dada mi corta edad, 14 años, pero sí puedo expresar algunas cortas anécdotas de la que fue, y será, la mejor época de mi, espero, extensa vida. Si mal no recuerdo, todo empezó tal día como hoy, soleado, pero no lo suficiente para dañar la vista, cuando mi madre se disponía a llevarme al colegio en el que, años atrás, mi padre y otros familiares habían disfrutado de una educación plena y satisfactoria. Yo, confiando en mi madre, la persona más apreciada, me dirigí de su mano, entusiasmado y, a la vez, con la curiosidad propia de un niño de tan corta edad, hacia un lugar al que todos llamaban "cole".

A la izquierda, Alejandro Morata Gallardo