martes, 12 de febrero de 2013

ADHESIÓN A LA CELEBRACIÓN DEL 5O ANIVERSARIO DEL C. P. “REYES CATÓLICOS”



Me pide mi buen amigo, don Diego Morales Carmona, un artículo para colaborar en la difusión del aniversario del Colegio Reyes Católicos, de Vera. Ni que decir tiene, que aquí lo presento y con sumo gusto.

Desde los años infantiles, he sentido siempre tremendo respeto por la ENSEÑANZA. No en balde, mi abuelo fue insigne profesor, así como mi padre, tíos, primos y muchísimos familiares. La profesión de maestro, enseñante, ha sido cultivada desde tiempos inmemoriales y en todas las culturas conocidas. Y, en todas ellas, respetada.

Así pues, el tema ha sido tratado diariamente en mi familia y sus relaciones sociales. Yo guardo en mi memoria historias personales de aquellos tiempos pasados cuando, al ejercicio de la profesión, se añadía el del sacrificio permanente, que dieron ocasión a la circulación de ciertos refranes, que eran verdad, como siempre..

Y ha querido la vida, tras la diáspora de los tiempos, que mis tres hijos recibieran el Ciclo de Primaria en el colegio que ensalzamos. Además, debo decir, que mi colaboración fue total en su desarrollo a través de los 5O años de esfuerzos y trabajos de los cuadros distintos de su profesorado.

Tan es así, que, tras la publicación de mi poemario sobre Vera “La Ciudad, el Campo y la Ribera”, fui invitado a una charla poética con alumnos de grado superior en la Semana Cultural. Hace de esto unos años. Ahora les cuento cómo fue y sus secuelas.
El recibimiento en el aula elegida fue formidable. Una cuarentena de chicas y chicos del curso me esperaban expectantes y llenos de curiosidad.
Desde el primer instante, noté la seriedad de aquellos momentos. Y la atención que prestaban a mis explicaciones. Hice un repaso sobre la métrica, los acentos, la rima y la medida de versos. No se perdían ni una palabra. Alguien, pidiendo permiso, propuso por qué no componíamos un poema como recuerdo. Les gasté una broma y les dije que, a aquella hora, las musas estarían en el baño. Insistieron y el resultado fue el poema que
transcribo :


ROMANCE DEL ESTUDIANTE

Mediado era el mes de Mayo,
cuando comienza el calor,
y perfumado está el campo
de florecillas y amor.

Desde mi ventana escucho
del vientecillo el rumor
de los árboles cercanos,
brillantes de verderol.

Los pajarillos trinaban,
veloces en el alcor
que mi ventana atalaya,
con la clase a pleno sol.

La composición del agua
explicaba el profesor
y yo aprendía gozoso
la mezcla del hache, dos, o.

Soñaba con playas blancas
en las mañanas de sol,
las tardes largas y largas,
ganando al fútbol por dos.

En los viajes prometidos,
adornados de ilusión,
para ver nuevos paisajes
y ensanchar el corazón.

Ver la fiesta de aquel pueblo,
con mil trazos de color,
con cien guirnaldas doradas,
con diez canciones de amor.

Así, tan cerca , sentía
la próxima vacación,
porque ya era Mayo y el curso
finaba sin remisión.

Noté, contento, el impulso
de escuchar al profesor,
que en la pizarra explicaba
del agua composición.

Porque era Mayo y debía
aprobar sin discusión,
para gozar de la vida,
del mar, la playa y el sol.



Ezequiel Navarrete Garres
Vera, febrero 2.OOO





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