miércoles, 17 de abril de 2013

PEQUEÑA HISTORIA DE UNA MAESTRA

En abril de 1960….día de alegría, ilusión, compromiso… tome posesión de mi primera escuela en las Bombardas de Palomares, donde unos años después caería la bomba que tanta preocupación y fama dio a esa zona.

Solo estuve hasta final de curso. Iba en una movilote (casi como una bici motor con motor), teniendo que recorrer trece kilómetros, porque por otro camino mas corto, las ruedas patinaban con el barrizal que se formaba en cuanto caían cuatro gotas mal contadas. Todos los días salía a mi encuentro un perro diminuto, pero con mucho carácter, que con sus ladridos me asustaba y obligaba a levantar las piernas para que no me alcanzara. Una vez en la escuela estaba agustísimo, aun me acuerdo de algunas de esas niñas, hoy madres y abuelas y recordamos juntas esos tiempos pasados.

Mi segunda escuela estaba en Aljariz (Antas), sólo niñas de todas las edades. Los niños asistían a clase de Don Paco, hermano de nuestro compañero Don Gabriel. Allí pasé unos años maravillosos, con niñas extraordinarias y padres aun más. La hora libre de una a dos, me acompañaba Matilde la mujer de Paco, de la que guardo un recuerdo inmejorable .Algunos días cuando estaba lloviendo y salía la rambla, tenia que ir andando por el agua y arrastrando la moto como podía, pero todo eso se me olvidaba al llegar y reencontrarme con esos niños tan cariñosos, tenía que llevar cada uno una silla para sentarse en la escuela, pues si, así eran las clases en aquellos tiempos.

También la del Esparragal tenía su historia. Recuerdo que se habían roto varios cristales de sus ventanas y como el ayuntamiento no tenia dinero para reponerlos ,teníamos que estar con los postigos cerrados ,lo que hizo que un día al pasar la inspectora por la carretera se acercara para ver porque no había nadie. Allí seguí yendo en moto, menos cuando hacia mucho viento que tenia que hacer la ida y vuelta andando, unos tres kilómetros. Uno de esos días en que el aire me llevaba de un lado al otro de la carretera, un camionero se apiadó de mi ,paró y me ayudó a salir .!Que tiempos! ¡Que buena persona ,que bien lo hizo!.

En la escuela había niños y niñas de todas las edades pero tan buenos, educados y cariñosos que podía dar la Clase a cada grupo sin que molestaran los demás. Algunos días iba una niña tan pequeña que me decía: “maestra aupame”

Mas adelante compramos un coche , y ya el camino se recorría mejor .Allí estuve hasta que todas las escuelas rurales las reagruparon en Vera Aunque no seguí con mis niños iba a verlos ,los echaba mucho de menos .No he reflejado que no estábamos en un grupo escolar, si no repartidos por varios locales del pueblo aquí me encontré como en mi casa familia en primer lugar Antonio mi marido, amigos, compañeros con quien compartir experiencias ,alegrías, problemas .Los niños y padres con los que terminé hablando por la calle.

En mi pueblo me jubile, en el CEIP Reyes Católicos ,después de casi cuarenta años de enseñanza con niños y niñas en numero variable de alumnado, casi siempre cuarenta y dos, menos una vez que durante un tiempo tuve cincuenta y cinco ni nos quejábamos ni nos pasaba nada adelante y a trabajar cuando veo a los niños y niñas de aquí, de Palomares, de Aljariz siento una alegría y añoranza enormes sigo parándome con ellos en la calle con la ilusión de hablar con padres madres e hijos con los que compartí muchos años felices de mi vida. Gracias a todos.

Victoria García Sampedro 

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