Corría
el curso 1976/77 cuando, formando parte de un equipo de Baloncesto
del colegio de Antas, visité por primera vez el “Reyes Católicos”,
para participar en una jornada de competición deportiva entre los
dos centros. No podía imaginar entonces lo importante que sería en
mi vida este centro.
Muchos
años después volví a cruzar las puertas de este colegio,
acompañando a mi hija que empezaba su formación en sus aulas. Con
el tiempo fui conociendo a algunos de los profesionales, que por
aquel entonces trabajaban bajo la dirección de mi compañera y amiga
Doña Socorro López y como Jefe de Estudios, don Gabriel Martínez,
que en su día fue mi maestro de matemáticas y ciencias en el
colegio de Antas, y a quien guardo un gran respeto y cariño. Por
cierto, soy matemático: seguro que algo tuvo que ver D. Gabriel.
Luego, fue mi hijo el que entró como alumno de este colegio (aún
sigue aquí, cursando 5º de Primaria) y con él conocí muchos más
profesores de este centro. Las experiencias de mis hijos en este
espacio de convivencia y de aprendizaje, donde se intenta sacar lo
mejor de cada uno de sus alumnos y alumnas, han sido y serán el
germen de los caminos que vayan transitando sus vidas.
En
el curso 2010/2011, Dña. Lola García decide solicitar un proyecto
“Profundiza” para el colegio, dirigido a alumnos/as con un alto
nivel de interés y motivación, y me pide que lo elabore y imparta.
Lo acepté por el afecto que tengo a Lola y, debo reconocerlo, porque
es muy difícil decirle no. No obstante, mis sensaciones eran
contradictorias, me hacía ilusión trabajar en el colegio (aunque
fuese los sábados y con poquitos alumnos/as) pero me daba un poco de
miedo: ¿cómo me responderían unos alumnos/as tan chicos? (el
primer año impartí el proyecto a alumnos/as de 3º y 4º), ¿sabría
yo adaptarme a ese nivel?, ¿podría trabajar con la capacidad de un
maestro, con su sabiduría para llegar a esas edades? Para las
últimas preguntas no tengo respuesta, pero creo que no, porque ser
maestro es algo muy grande, un arte hecho profesión; pero para la
primera sí tengo una respuesta: los chicos y chicas que han
compartido el “Profundiza” conmigo durante los tres últimos
cursos han sido geniales, trabajadores, tolerantes y me han hecho
sentir muy bien. En una época tan triste como la actual, su pasión
por el trabajo bien hecho y su esfuerzo, me hacen pensar que esta
sociedad tiene futuro en ellos y ellas.
Así,
ahora que el CEIP. “Reyes Católicos” celebra su 50º
aniversario, pienso que son 50 años de historia, pero sobre todo 50
años creando futuro, el futuro que se ha ido generando en cada una
de las niñas y los niños que han convivido y se han formado en sus
aulas.
Para
acabar estas palabras, dar las gracias a todos los profesores y
profesoras del CEIP. “Reyes Católicos” por el trato y la
formación dados a mis hijos y por permitirme compartir sus aulas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario